miércoles, 9 de mayo de 2012

Continuación de un relato


Era un día muy lluvioso, me había parado unos segundos a mirar como caía la lluvia en el exterior, las gotas de agua se deslizaban por el cristal, cuando de repente a lo lejos le vi, como un   rayo de sol entre la tempestad.

Corrí, hacía la puerta, me quedé mirando  un momento  y vi que seguía acercándose sin importarle en ningún momento la lluvia, el entusiasmo ante aquella situación me sobrecogió y entonces yo  corrí a su lado.  

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