miércoles, 2 de mayo de 2012

Micro relato 2


Un pitido, un bip,  constante  hace que me duela la cabeza, que la sienta hinchada  y como si quiera salir de mí, pero no era lo único que me molestaba, aquella gota infinita que caía una y otra vez la sentía  profunda en mis oídos y aquellas voces, lejanas, los pasos, el olor a desinfectante  que hacía que te quemara las fosas nasales y que daba nauseas, pero también, había un sutil olor a flores, rosas, margaritas tal vez….varias colonias, frutales, de flores unas más fuertes que otras de chico y de chica.

Intenté abrir los ojos, los sentía más pesados que nunca, pero lo intente y al principio solo eran sombras, sombras  donde había rayas que se movían, sombras verdes pasando, una luz intensa que hacía que me los ojos me doliesen. Poco a poco  la visión se hacía más clara,  estaba un señor que por las gafas, y por el estetoscopio debía ser  un médico, que sonrió al ver que le miraba,  giró la cabeza y aparecieron cuatro personas que las supe identificar mi familia.




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