Diario

Día 30 de Diciembre de 20…

Hoy parece que todos en casa están distintos,   se han levantado más tarde, les brillan los ojos,  están todos juntos en el sofá Potter, Cadi, Erin y Alec su novio, viendo la televisión, todos contentos, les brillan los ojos.

Mirando a los cuatro sentado en el suelo sobre mis patas traseras,  viendo aquella estampa, mi cabeza vuela en busca  de recuerdos  y la verdad que ha sido un año bastante interesante y han pasado muchas cosas.

Recuerdo aquel día de verano en la casa del pueblo, donde vino toda la familia de Potter, sus hermanos, sobrinos  grandes y pequeños, fue divertido, porque estaban jugando. Erin y sus primas, Potter con sus hermanos, Cadi con sus cuñadas y sobrinas, Alec con Mimi y jugando con los más pequeños y conmigo.

Y claro si vienen ellos, viene Sira, una gran amiga mía muy mayor y muy sabia  en edad humana tiene 13 años en edad canina 91 años, pero esta hecha una jovenzuela, porque es más rápida que yo cogiendo la pelota y si echamos una carrera a veces me gana porque es bastante rápida, pero también tiene cosas de perrita mayor, porque ve poquito esta medio cieguita, está un poco sorda, aunque no se si lo está o se lo hace, y a veces se da golpes con los muebles. Así que yo a veces la guío y la digo por donde tiene que ir o la doy con la cabeza para que no se dé. Pero esto no es malo, es uno de mis mejores momentos porque estábamos juntos, no solo los perros sino también las personas y eso es bonito, porque comemos, cenamos y  después están en el jardín por la noche tomando algo y disfrutando de una amena charla.

Es un buen recuerdo, sonreí y corrí a tumbarme junto con Erin al sofá y me puse entre ella y Alec, así se estaba más calentito y así los dos me acarician.

A la hora de la comida todos se sientan alrededor de la mesa y comen algo que para mi nariz no huele muy bien, pero a ellos debía estar muy bueno, porque no dejaban de comerlo y después un delicioso filete, que eso ya me llamaba más la atención y hacía que se me cayese la baba.

Cadi y Potter se quedaron dormidos en el sofá y Alec y Erin fuero a su habitación a ver una película  y estaban todo el rato abrazados se les veía tan contentos, que me hizo recordar otro gran momento de este año.

Fue el día en que Erin volvió de un curso pasada una semana, después de una semana de sufrimiento, porque mi  joven dueña  se había tenido que ir a un curso de no sé qué rollo .

Se tuvo que ir y cuando se fue, me fastidió mucho porque Erin era  mi compañera de juego, mi compinche, y que se fuese me fastidió, pero cuando volvió me cogió entre sus brazos y no me soltó ni un segundo, y yo tampoco quería separarme de ella, y la seguí como un perro toda la tarde.

Por la noche todos estaban distraídos y con una gran sonrisa, pero también un poco nerviosos, yo lo sentía  aunque ellos lo intentases ocultar, después todos se fueron a dormir y yo con Erin, que por extraño que pareciese, se durmió antes que yo y el sentirla allí tan tranquila, hizo que recordara otro gran momento del año, que fue hace unos días cuando  en el pueblo, estuve con otros perros jugando a la pelota, de cómo todos íbamos corriendo a por ella para que después nos volviesen a tirar y así estuvimos un gran rato y el poder estar con mis amigos pasando el rato y jugando no hay nada mejor.

Buenas noches diario.